Visión MX
(2010-08-13)
(2010-08-13)
Si esta puesta en escena la analizamos puristamente en busca del estilo tenemos elementos para clasificarla como una escenificación realistoide o realista mas no antropológica o de emplazamiento realista… Si atendemos el hecho escénico que parte de un texto dramático perteneciente a un autor respetable cuya trama trata el conflicto de una mujer ‘dependiente emocional’ (así la clasificarían los psicólogos de hoy), quizá no importen los elementos que botan del realismo que se plantean de inicio a fin (como la cafetera), pero ¿acaso el público sabe que asiste a una representación realista? ¿Cambia algo?
Para acceder a la sala hay que contar con un boletito numerado que entregan en orden de reservación, si poco antes de la hora los reservados no se encuentran presentes entonces puede topar con suerte del que espera paciente y confiado y lograr uno. Subirá no al foro principal del Shakespeare, sino al denominado Espacio Urgente 2, ingresará invadiendo el cuadro formado por los actores en escena, ahí acompañando las llamadas escuchará la especificación “nadie entra y nadie sale por esa puerta una vez iniciada la función”. Empieza. Tenemos un inicio en silencio lleno de acciones precisas que nos dicen, nos gritan lo que callan y nos hace cómplices.
Ella no soporta más la situación, no tiene voluntad para cambiarla ¿qué puede hacer? Una mujer que sabe donde y con quien está ¿por qué no entiende? –se pregunta y el espectador empieza a tragar saliva, ¿acaso la situación es familiar, conocida o re-conocida? Soledad y concepciones dolorosas del amor, necesidad de compañía y más soledad; relación de dos que no tienen nada que decirse.
En un cuarto amablemente adecuado para la representación se presentan dos actores, sólo una voz, la de ella, Alfredo no contesta. Actuación contenida, medida, dosificada que nos conduce a la urgencia de contacto, es evidente el trabajo de dirección y el oficio del equipo creativo teatral para esta puesta que gusta, confronta y mantiene al espectador de inicio a fin, a jóvenes y adultos: cada intensión está armonizada con el movimiento. El cuidado y el oficio se notan, son dignos de reconocimiento y aún el público más exigente cede ante un buen trabajo actoral digno de ser recomendado por su calidad. Asista y participe de la vida de una mujer antes del desayuno; dedíquese una hora de su semana a sentir y vibrar con frases y contrastes que en algún momento si no las ha dicho, si las ha escuchado, rabia que explota para concluir con un “te voy a hacer tu café”. Vea buen teatro mexicano de cooperación voluntaria y así acuda con la cartera llena, lleve la voluntad de aportar lo que la obra vale, sea generoso y aporte económicamente lo que vale un monólogo como este.
Disfrute del silencio y el oficio de ver teatro hecho profesionalmente.
Antes del desayuno
Autor: Eugene O’Neill
Dirección: Juan Carlos Cuéllar
Actuación: Itari Marta y Ammel Rodrigo
Asistente de dirección y producción ejecutiva: Luly Garza
Escenografía e Iluminación: Roberto López Rodríguez
Foro Shakespeare
Zamora 7 col. Condesa, metro Chapultepec Teléfonos: 5553 4642 y 5256 0014
http://www.visionmx.com/cultural/ecos/ecosteatrales.php?titulo=Antes+del+desayuno
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